domingo, 5 de enero de 2014

Noche de Reyes

Mis recuerdos, ya lejanos, me trasladan a una noche de enorme ilusión, de respiración contenida, de susurros lejanos, de sonidos de pisadas, de rechinar de puertas, de .......
Antes del alba los niños teníamos los ojos abiertos. "¿Mamá, ya llegaron los Reyes?". La respuesta era autoritaria: "¡Seguid durmiendo!". Pero cuando el primer haz de leve luz se hacía presente a través de la ventana, sabíamos que había llegado la hora. Nuestros padres eran obligados a levantarse para iniciar una ritual marcha por el pasillo hacia el salón, cargada de emoción y nerviosismo. Padre, muy lentamente, giraba la manilla de la puerta y abriendo una pequeña rendija miraba hacia el interior. Los niños teníamos el corazón a mil. Cerraba la puerta con rapidez y nos miraba con gesto admirado......¡¡¡Siiii!!!..... Y la explosión de alegría es fácil de imaginar........

Curiosamente cada año aparecen pretendidos historiadores confundiendo la inocencia infantil con sus hipótesis. Que si no eran tres, que si no eran reyes, que si no venían de Oriente, que si no se llamaban......
Y aunque es cierto que la información de los textos sagrados es vaga y poco concluyente, la tradición cifra en tres los reyes porque tres fueron los regalos ofrecidos a Jesús: oro incienso y mirra (San Mateo 2,11). Asimismo el salmo 71 habla de los reyes de Tarsis, Arabia y Saba... ¡tres!.
Pero más allá de historias y tradiciones, el otro día preguntaba a un pequeño de seis años, ¿Sabes quienes eran los Reyes Magos?. La respuesta fue concluyente: "¡Pues claro!, Melchor, Gaspar y Baltasar". Y no admitió réplicas. ¿Cabe prueba más concluyente?....¡vaya pregunta más tonta!

¡FELIZ NOCHE DE REYES!

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