sábado, 23 de noviembre de 2013

Noviembre escatológico

Con el mes de Noviembre termina el año litúrgico, antes de la llegada del Adviento. Quizá por eso se puede comprobar que la liturgia de Noviembre tiene un marcado sentido escatológico. Se inicia con las celebraciones de Todos los Santos y Día de los Difuntos, que aunque con connotaciones claramente diferenciadas, están asociadas por la piedad popular y el calendario. 

De esta manera se recuerda que no todo termina en el cementerio, sino que estamos llamados con Cristo a la resurrección: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque haya muerto, vivirá" (Jn,11,25).

Esta es nuestra esperanza, que convierte a la vida en camino, y relativiza el presente. Pero certeza escatológica no significa un acomodamiento, muy al contrario es una exigencia al despertar de las conciencias. Significa poner nuestros talentos al servicio del Amor. "Quien no trabaja, que no coma" (2 Tes. 3,10). Significa un esfuerzo para acercar el reino de Dios, un esfuerzo también para nuestra propia purificación: "Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas" (Malaquías, 3,19-20)

Sin duda que la liturgia de Noviembre es una llamada a la fe en la Resurrección. Algo que recitamos maquinalmente con el Credo, pero que en muchos casos no terminamos de ver. Cuando termina el "Año de la fe", bueno será que reflexionemos acerca de esta verdad fundamental de nuestro credo. 

sábado, 12 de octubre de 2013

¿Fin del invierno eclesial?

Quienes hemos vivido durante los dos últimos pontificados un duro “invierno eclesial”, en expresión de Karl Rahner, nos preguntamos si con el Papa Francisco va a comenzar una nueva época en la Iglesia.
Desde el comienzo de su pontificado, el nuevo obispo de Roma, Francisco, ha ido dando signos de cambio, desde gestos simbólicos  hasta formulaciones muy gráficas: Iglesia pobre y de los pobres, oler a oveja, salir a la calle, ir a las fronteras existenciales… Sus palabras en Lampedusa sobre nuestra  insensibilidad ante el sufrimiento ajeno, en Río exhortando a los jóvenes a ser valientes y críticos, sus entrevistas al jesuita P. Antonio Spadaro de la Civilttà Cottolica y al periodista del diario La República de Roma, Scalfari,  han abierto nuevos horizontes eclesiales y diseñan un nuevo programa pastoral.
El Papa Bergloglio se confiesa pecador, llamado misericordiosamente por Dios para una misión eclesial, reconoce que en su época de superior dela Compañía de Jesús en Argentina fue autoritario  y brusco, aunque nunca de derechas. Se proclama creyente, no en un Dios católico sino en Jesucristo y el Padre creador. Confiesa que en algún momento de su vida ha sido tocado por la gracia, dedica tiempo largo a la oración, adora la mística, pues sin mística la religión se convierte en filosofía. Sus santos preferidos son Pablo, Benito, Agustín, Ignacio y sobre todo Francisco, profeta, poeta, místico, amante de los pobres y de la naturaleza.
Según él, la Iglesia que es Pueblo de Dios y comunidad, debe ser hoy ante todo como un hospital de campaña, dispuesta a sanar y curar emergencias. Le preocupa enormemente el paro juvenil y el abandono de los ancianos. La Iglesia no debe centrarse obsesivamente en temas morales como aborto, anticonceptivos y  matrimonio homosexual, sino que ante todo ha de anunciar la buena nueva de la salvación en Jesucristo, seguir el impulso irreversible del Vaticano II, sin caer en una ideología restauracionista; una Iglesia dialogante con la cultura moderna, con las demás Iglesias y religiones, fraterna y sinodal, que camine unida en medio de las diferencias, que no juzgue a las personas a las que Dios respeta tal como son; una Iglesia no proselitista, sino levadura y signo de amor a los demás.
No teme una Iglesia que sea minoritaria, con tal que sea semilla y fuerza evangélica. Desea una Iglesia descentralizada, en discernimiento, que escuche al pueblo y sobre todo a los pobres. Que ayude a que cada uno busque el Bien en su conciencia y combata el Mal, se deje iluminar por la luz trascendente que brilla en cada uno de nosotros.
Los ministros dela Iglesia que sean pastores, no clérigos de despacho, ni de laboratorio, que no caigan en el temporalismo, ni en el clericalismo que no es cristiano, abran caminos nuevos, no hagan de la confesión una tortura sino un instrumento de misericordia, sean acogedores de los que están en situaciones irregulares, que no sean narcisistas. Francisco critica a los narcisistas que se sienten halagados por los cortesanos: la corte es la lepra del papado; la curia vaticana es vaticano-céntrica y tiende a trasladar esta visión al mundo.
Se respira ahora  en la Iglesia un aire nuevo,con olor a evangelio. Hay brotes de una primavera eclesial como en tiempos del buen Papa Juan.  Hay pautas válidas también para la sociedad. Ojalá que estos frutos primerizos no se malogren

Autor: Víctor Codina.


Fuente:
http://blog.cristianismeijusticia.net/?p=9960&lang=es


sábado, 31 de agosto de 2013

Sed de Dios

"Como busca la cierva corrientes de agua, 
así, Dios mio, te busca todo mi ser.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo,
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?"
(Salmo 42, 1-3)


Durante la etapa soviética, la Catedral de San Isaac de San Petersburgo, fue convertida en "Museo del Ateísmo". Una frase presidía la entrada al museo: "El hombre hizo a Dios, luego Dios no existe".

Cegados por su propio pensamiento, negaban una realidad secular: la historia del hombre es, en buena medida, la historia de la búsqueda de Dios, que parte de la propia experiencia de Dios en el interior del alma de cada hombre. A partir de esa experiencia la vida del hombre es pura sed de Dios, a quien buscamos en la naturaleza, en los seres vivos, en el rostro de cada ser humano. Lo buscamos en los silencios, en las cosas sencillas, en el amor humano. Sin embargo hay quien buscando a Dios no logra encontrarlo. Quizá porque se olvide del primer lugar donde Dios se manifiesta: nuestro propio interior.

Como escribía San Agustín en sus "Confesiones":"Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por ti; gusté de ti y siento, hambre y sed, me tocaste, y abráseme en tu paz".

sábado, 13 de julio de 2013

Lampedusa: Removiendo conciencias

El Papa Francisco ha visitado Lampedusa, la isla italiana donde llegan a miles los inmigrantes africanos. Y lo ha hecho removiendo conciencias. Veamos un fragmento de sus palabras:

"(.....)También hoy esta pregunta surge con fuerza: ¿Quién es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas? ¡Nadie! Todos nosotros respondemos así: no soy yo, yo no tengo nada que ver, serán otros, ciertamente no yo. Pero Dios pregunta a cada uno de nosotros: “¿Dónde está la sangre de tu hermano que grita hasta mí?”
Hoy nadie se siente responsable de esto; hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna; hemos caído en la actitud hipócrita del sacerdote y del servidor del altar, del que habla Jesús en la parábola del Buen Samaritano: miramos al hermano medio muerto en el borde del camino, quizá pensamos “pobrecito”, y continuamos por nuestro camino, no es tarea nuestra; y con esto nos tranquilizamos y nos sentimos bien. La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos vuelve insensibles a los gritos de los demás, nos hace vivir en pompas de jabón, que son bellas, pero no son nada, son la ilusión de lo fútil, de lo provisorio, que lleva a la indiferencia hacia los demás, es más lleva a la globalización de la indiferencia. En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia. ¡Nos hemos habituado al sufrimiento del otro, no nos concierne, no nos interesa, no es un asunto nuestro! (.....)"


Fuente: http://www.news.va/es

domingo, 23 de junio de 2013

¿Quién soy yo?

La liturgia de este domingo nos acerca una de las preguntas claves en el seguimiento de Jesús: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20)


La respuesta constituye toda una rama de la Teología, la Cristología, que ha hecho reflexionar a millones de personas a lo largo de más de veinte siglos de cristianismo. Los Concilios Ecuménicos de los siglos IV y V (Nicea, Éfeso, Calcedonia...) fijaron la doctrina de la Iglesia. Pero más allá de esa respuesta del credo oficial, está la respuesta personal.

¿Quién digo yo que fue Jesús de Nazaret?

Estamos en el Año de la Fe y desde esa fe, sigo buscando mi respuesta personal a través de los textos sagrados, a través de la vivencia mística, a través de las realidades terrenas, a través de la oración. Busco la identidad del Cristo de las Bienaventuranzas, del Cristo del Amor, del Cristo de la Paz, del Cristo de la Misericordia, del Cristo del Perdón, del Cristo de la Libertad, del Cristo del Calvario. Busco la identidad del único profeta que fue capaz de decir  «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre».  (Jn 14,9)

Imagen: Simón Ushakov (1626-1686)

domingo, 19 de mayo de 2013

Pentecostés

Secuencia al Espíritu Santo

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.


Vídeo: Grupo "Tierra de Bendición".  (Youtube-PJVdehonianos)

sábado, 13 de abril de 2013

Zapatos usados





Me cuentan que hubo un obispo en Tanzania llamado Christopher Mwoleka (1927-2002), a quien se podía ver a la caída de la tarde regresar del trabajo, junto al resto de campesinos con la azada al hombro y los pies descalzos. Y es que cuando fue nombrado obispo de Rulenge decidió repartir su tiempo de modo que dedicaba quince días al mes a actividades pastorales y los otros quince, en su modesta vivienda de Nyabihanga, campesino entre campesinos, para acercarse al Cristo del Evangelio.

Guiado por su lema “Ili wawe na san” que en swahili significa “Que todos sean uno” (Jn. 17,21), promovió las pequeñas comunidades cristianas, muchas de las cuales ponían en común todos sus recursos materiales y espirituales, a ejemplo de los primeros cristianos. Mwoleka, que renunció a su ministerio en 1996 por problemas de salud, falleció en 2002, pero dejó una imborrable huella entre sus gentes.

Y me vino a la cabeza el obispo Mwoleka, al saber que el Papa Francisco, calzado con sus viejos zapatos usados de patearse Buenos Aires, recomienda "salir de nosotros mismos para ir a la periferia al encuentro de los más alejados, de los olvidados, de quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda". Ese es el buen camino. Pongámonos nuestros zapatos usados.

sábado, 6 de abril de 2013

¿Por quién voltean las campañas?


(.........) El volteo de las campañas se oye desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad y de cada pueblo, pero ¿hacemos caso a su tañer glorioso? ¿Es posible escuchar los aleluya pascuales en este país crucificado por la crisis, en este patio de monipodio, de sainete esperpéntico, de ceremonia de la corrupción salpicando personajes e instituciones, mostrando salvajemente el rostro pesetero de total falta de ética?
(.........)
Esos aleluya que se oyen como música silenciosa entre el clamor herido de millones de hombres y mujeres, de ancianos y de niños, de oprimidos y marginados que nos empujan a mirar el Evangelio y su inesquivable apuesta por los pobres. Percibir el aleteo débil, casi imperceptible de todos los resucitados con Cristo: los pacíficos, los justos, los pobres, los hambrientos y sedientos de justicia, los misericordiosos.
(.........)
Es Pascua. Por eso voltean las campanas. Aquel joven tostado por el sol, acompañado de multitudes, de nombre Jesús, vuelve a romper la piedra del sepulcro y a levantar en vilo la dignidad humana. Jesús vive. Y vivirá para siempre donde quiera que los seres humanos se amen, se comprendan, compartan y se ayuden. Y en el frescor del agua, la música del aire, la mirada de un niño, la rebeldía de los oprimidos, la lucha por la justicia. Por eso repican las campanas, por Jesús, ese muchacho, eternamente joven que sigue vivo entre nosotros: ¡Aleluya!

Autor: Juan Fernández Marín
Fuente: La Opinión de Murcia. 31/03/2013

sábado, 9 de marzo de 2013

Ante el Cónclave


La renuncia de Benedicto XVI y la consiguiente convocatoria de Cónclave, reabre el debate, siempre vivo, de los problemas de la Iglesia actual. Probablemente en estas líneas no aporte nada nuevo a este tema, pues personas mucho más doctas que yo han reflexionado en profundidad sobre ello, pero se trata solo de exponer mi particular visión.
Y es que la difícil situación actual de la fe, exige determinación el la búsqueda de soluciones, siempre con el Evangelio como guía. En este sentido la Iglesia necesita regenerarse a si misma y poner los pies en el suelo para acercarse a la sociedad.
A mi modo de ver, curiosamente la Iglesia debe avanzar y profundizar en lo que son sus propias líneas definitorias. Veamos:
CATOLICIDAD.  Si entendemos el término “católico” como sinónimo de universal, sería un grave error conceptual aplicarle un significado puramente geográfico y no humano. La Iglesia ha de ser católica porque Cristo vino a redimir al género humano en su totalidad, sin distinciones geográficas, étnicas  o raciales, Sin diferenciaciones entre hombre y mujer, entre clérigos y seglares, entre los que están dentro de la Iglesia y los que están fuera, entre creyentes y no creyentes, entre los de una ideología y los de otra, entre gobernantes y gobernados, entre ricos y pobres, entre.....
En este sentido la Iglesia está en la necesidad de acercarse e integrar en la comunión eclesial a colectivos que hoy por hoy, se siente marginados por la propia Iglesia. Hablo, entre otros, de homosexuales, de divorciados y familias reconstituidas, de curas casados, de comunidades indígenas, de ......
ECUMENISMO. A pesar de que la propia Iglesia levanta el ecumenismo como bandera, lo cierto es que tanto en la Iglesia, como en otras confesiones cristianas hay un exceso de autosuficiencia que les impide un acercamiento real. Hemos de abrir nuestro restringido concepto de hermanos. Recordemos el pasaje evangélico cuando alguien se acerca a Cristo para decirle que su madre y su familia querían hablar con él.  La respuesta fue de gran alcance: respondió con una pregunta: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos y hermanas?"  Y responde a su propia pregunta diciendo: "Los que escuchan y cumplen la palabra de Dios, son para mí, madre y hermano y hermana"  (Mc, 3, 32-35) y (Mt. 12, 46-50)
LA OPCIÓN DE LOS POBRES. La Iglesia no puede seguir apoyando “de facto” sistemas económicos injustos. Se sabe que, en la actualidad, se produce un 10 por ciento más de los alimentos que necesitamos para vivir toda la humanidad y , sin embargo, mueren de hambre 35,000 niños cada día. Es cierto que son cristianos quienes en los rincones más olvidados del mundo se dejan el alma por superar estas situaciones, pero la Iglesia como institución debe tomar partido de forma radical.
Además la Iglesia debe intensificar al máximo su actuación social en problemas tan graves y mundanos como los refugiados, los emigrantes, el narcotráfico, la trata de mujeres y niñas, la explotación laboral, las víctimas de la violencia, ........
IGUALDAD EN DIGNIDAD. A pesar de los numerosos documentos eclesiales que proclaman la igualdad entre la mujer y el hombre, la realidad eclesial va por otro camino. ¿Cuántas mujeres intervendrán en este próximo Cónclave?
CLERO. La sociedad actual percibe el mundo clerical como anclado en el medievo. Mirándose en sus propios espejos y olvidándose de pisar la calle, que en definitiva fue lo que hizo Cristo. Esto es causa del alejamiento de grandes sectores de la población. Los jóvenes, por ejemplo, aunque mayoritariamente se declaran creyentes, viven totalmente al margen de la Iglesia y lo que es mucho peor, carecen de guía espiritual, y por tanto de un sentido de religiosidad. Los seminarios están semivacíos y conseguir hacer llegar a la juventud la llamada de la vocación requiere algo más que oraciones. Y temas como el celibato opcional deberán tenerse en cuenta.
CURIA. La imagen que emana del Vaticano, con una curia enredada en cuestiones mundanas, una administración opaca en la que no faltan escándalos, un boato excesivo e incluso ridículo y un enorme patrimonio, no es precisamente la imagen que Cristo exige a sus seguidores. La Iglesia del siglo XXI necesita una reforma en profundidad de la Curia. 
LITURGIA. Es necesario recuperar una liturgia que sea “fuente de agua viva, que brota para la vida eterna” (Jn. 4,14). Más allá de rosarios de la aurora o novenas patronales, la liturgia ha de hacer llegar a las almas el “Espíritu de Dios” hasta llenarlas de su amor y su alegría. Cuando esto ocurra las iglesias volverán a llenarse
Podría hacer este pequeño artículo interminable. Concluyo diciendo que hemos de mirarnos en el cristianismo primitivo. Aquel del siglo II en que la santidad sencilla, el amor infalible y la abnegación incansable le permitieron prosperar y crecer en un mundo hostil.
En cualquier caso a los cristianos de hoy solo nos cabe rezar, para que el Espíritu Santo se haga realmente presente en el Cónclave. Amén