lunes, 2 de octubre de 2023

EL LORO RAVACHOL DE PONTEVEDRA


A finales del siglo XIX y principios del XX, existia en la plaza de la Peregrina, en pleno centro urbano de Pontevedra, una conocida botica que regentaba D. Perfecto Feijoo. Este boticario, era, además, músico y amante de la cultura. Su farmacia no sólo era un dispensario de medicamentos, sino que también se transformó en un brillante foco de actividad social, un punto de convergencia en el cual se reunían en animadas tertulias numerosas personalidades tanto de la política como de las artes y las letras.

Pues bien, a D. Perfecto le regalaron un loro, que mostraba un carácter rebelde y alborotador. Por esta razón le llamaron "Ravachol" apodo de un conocido anarquista y terrorista francés de finales del XIX. Según cuentan varios escritos de la época, el loro era conocido en la ciudad por sus frases impertinentes, casi siempre en gallego, con las que divertía y escandalizaba a partes iguales. Avisaba cuando llegaba algún cliente gritando, "Don Perfeuto, parroquia" y no permitía que nadie se marchase sin pagar gritando, "aquí non se fía". También era descarado con los clientes. Incluso la escritora Emilia Pardo Bazán sufrió sus insultos.

El loro fue ganándose el aprecio popular, al punto que cuando falleció en los carnavales de 1913, tuvo un multitudinario entierro. El "solemne sepelio" tuvo lugar el domingo de carnaval, día 2 de febrero, y el entierro el mismo Miércoles de Ceniza. El coro Aires da Terra y el orfeón de la Sociedad Artística entonaron el De profundis de Mozart como despedida frente a la botica en la que Ravachol había vivido. Y de esta manera Ravachol terminó convirtiéndose en icono del carnaval pontevedrés, que cada año recrea su entierro.

La escultura del loro Ravachol, situada en la misma plaza de la Peregrina, es una obra del artista pontevedrés José Luis Penado. Fue instalada en 2006 en el lugar donde se encontraba la botica. Hoy todo visitante quiere hacerse una foto junto al loro Ravachol. 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario