domingo, 9 de mayo de 2010

Pederastia clerical

Siempre es repugnante cualquier tipo de abusos sobre niños. Conocido es que permanentemente levanto mi bandera en defensa de los derechos del niño; empezando por el derecho a la vida y siguiendo por su derecho a alimentarse, a la sanidad, a la familia, a jugar, a recibir educación, a no ser explotados laboralmente, a no participar en guerra alguna......

Por eso no es necesario que busque adjetivos para calificar los numerosos casos de pederastia clerical, que han salido a la luz últimamente. Todos los adjetivos serían cortos para describir mi parecer. Sobre todo cuando se da el agravante de ser cometidos por personas que visten ropa talar.

Pero solo quería decir una cosa. Me parece muy grave la actitud de la jerarquía eclesíastica de tratar de tapar estos casos. El Vaticano ha reaccionado demasiado tarde y a remolque de los acontecimientos y de la opinión pública. Bien sabe Dios que soy severamente crítico con determinadas posturas de la jerarquía, que en mi opinión se alejan del espíritu del Evangelio. Si la renovación eclesial es siempre necesaria para mantener la fidelidad al Espíritu, sobre determinadas cuestionas se hace ahora urgente.

Sobre esa equívoca política de encubrimiento, me gustaría recordar las palabras de una santa mujer del siglo XIV, Santa Catalina de Siena: "¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!"

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