domingo, 25 de abril de 2010

Ciudad de vida y muerte


Esta semana he disfrutado de unas pequeñas vacaciones que me han ofrecido la oportunidad de ver la película china triunfadora en el último Festival de San Sebastián, "Ciudad de vida y muerte" de Lu Chuan. Esta película recrea los acontecimientos históricos conocidos como "La masacre de Nanking"; esto es, la toma de la antigua capital china por el ejército japonés en 1937, y las posteriores atrocidades sin límite cometidas por los vencedores, desprovistos de más elemental humanismo. Así más de 20.000 mujeres fueron violadas y la cifra total de muertos fue de unos 300.000. Algo que dicho en números es demasiado frio, para la magnitud del hecho.

Pero no trato en este blog de hacer crítica cinematográfica. Simplemente reflexionar muy brevemente a la luz de esta película sobre hasta donde puede llegar la crueldad humana. Porque la película en definitiva es una radiografía de la crueldad que es la guerra. Y desde la más remota historia toda guerra acabó por desarrollarse más o menos de la misma manera. Con vencedores atropellando al vencido hasta donde es difícil imaginar.

Estamos en el siglo XXI. Posiblemente la peor de la guerras quizá no haya llegado todavía. Y me viene a la cabeza aquellas palabras de Cristo: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt. 5,9).

1 comentario:

  1. Hola Fernan
    Pues si, ciertamente la crueldad humana puede llegar a extremos inimaginables. Y algunas veces me pregunto si esos seres capaces de realizar actos tan atroces se les puede considerar seres humanos pq la verdad de humanos tienen muy poco.
    Un saludo desde Navarrete, besos

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